
Cuentan que a las faldas de la inasible montaña de la felicidad, existe un valle donde estar a gusto con quienes te rodean, donde no castigarte constantemente, un lugar donde poder disfrutar de aquello que tienes y no de lo que te falta. Un lugar sin exigencias propias o ajenas. Un valle donde gozar de quien eres y no de quien te dijeron, te dicen y te dices que tendrías que ser.
Puede que en este gran viaje que es la vida, hace tiempo que caminas sin una dirección concreta y sin saber muy bien cómo llegar a ese lugar que tanto deseas. Puede que estés en un bosque oscuro, en un pozo profundo o en un frío agujero. Casi seguro es un sitio de mierda, aunque te empeñes en venderlo bonito para ti y para quienes te rodean. Y es quizá por ello que te encuentras leyendo estas líneas, buscando una manera de salir, una manera de retomar tu propio camino y recuperar tu brújula perdida.
Si ya te has cansado de ese oscuro lugar bienvenidx,
aquí empieza la aventura de tu propio viaje interior.
EL VIAJE

Cuentan que a las faldas de la inasible montaña de la felicidad, existe un valle donde estar a gusto con quienes te rodean, donde no castigarte constantemente, un lugar donde poder disfrutar de aquello que tienes y no de lo que te falta. Un lugar sin exigencias propias o ajenas. Un valle donde gozar de quien eres y no de quien te dijeron, te dicen y te dices que tendrías que ser.
Puede que en este gran viaje que es la vida, hace tiempo que caminas sin una dirección concreta y sin saber muy bien cómo llegar a ese lugar que tanto deseas. Puede que estés en un bosque oscuro, en un pozo profundo o en un frío agujero. Casi seguro es un sitio de mierda, aunque te empeñes en venderlo bonito para ti y para quienes te rodean. Y es quizá por ello que te encuentras leyendo estas líneas, buscando una manera de salir, una manera de retomar tu propio camino y recuperar tu brújula perdida.
Si ya te has cansado de ese oscuro lugar bienvenidx,
aquí empieza la aventura de tu propio viaje interior.
EL VIAJE
